A pesar de los signos de creciente interés social por el ajedrez, de vez en cuando se perciben ciertos comentarios que conducirían a la impresión de que nuestro antiguo juego experimenta una suerte de crisis. Quizá pueda explicarse esto por la contradicción existente entre la relativa discreción del ajedrez dentro de la sociedad y la popularidad de otros deportes o pasatiempos, como la cultura pop y los deportes de masas. Mientras que todas estas formas se han convertido en algo terrenal, cotidiano, que forma parte de nuestras vidas, el ajedrez sigue considerándose algo exótico en algunos ambientes y no encaja demasiado bien con el pragmatismo reinante en el empleo de nuestro tiempo. Para empezar, la primera objeción es que no se obtiene de su práctica un fruto inmediato. Otro inconveniente es que no se consume ni se digiere fácilmente. Además de esto, el ordenador plantea un fuerte reto a los jugadores de ajedrez.
Pero el ajedrez sigue siendo un juego enormemente atractivo, aunque no para todo el mundo. De acuerdo a nuestros datos, sólo de un 3 a un 5 % de la gente desplega un interés permanente o duradero por el ajedrez, es decir, que si tomamos un grupo de 25 alumnos en una escuela, podría ser que ninguno de ellos se interesase de forma regular por el ajedrez. Y esto, creemos, explica de algún modo las dificultades para introducir el ajedrez como una materia de pleno derecho en el proceso de la enseñanza secundaria. Creemos que las tentativas de enseñar ajedrez, que se están llevando a cabo en diversos países desde el siglo XIX, no son efectivas porque la misma idea de usar el ajedrez en su forma clásica como un medio de comunicación de masas y de desarrollo intelectual, contradice la naturaleza misma del juego-rey. Debemos tener siempre presente que el ajedrez es específico, que requiere capacidades específicas y que no necesariamente debe contener interés para todos. Para la mayoría, el ajedrez resulta un poco aburrido, pero para el que entiende la belleza innata del ajedrez (que, por otra parte, no es obvia) el juego deja de ser un simple rito de mover piezas de madera en un tablero plano, para convertirse en un arco iris de ideas originales que, manipuladas de forma eficiente, se transforman en multitud de emociones e incluso pasiones. De modo que, qué puede hacerse para conseguir que la mayoría de la gente aprecie el enorme potencial del ajedrez en la modelación del carácter y la expansión mental… Qué puede hacerse para acercar el contenido específico del ajedrez a la vida en general. Acaso debamos admitir, en primer lugar, el carácter inusual del ajedrez y asumir que lo inusual no puede enseñarse de forma convencional. Si estamos de acuerdo en ello, podemos concentarnos, en primer lugar, sobre algunas peculiaridades del ajedrez, discutiendo a continuación algunas formas y medios esbozados por los autores para utilizar el ajedrez en el desarrollo de la mente infantil.
El ajedrez puede ser tomado como paradigma para la solución de problemas que para la mayor parte de los individuos no son triviales. El porcentaje de posiciones originales es mucho mayor en ajedrez que en cualquier otra actividad humana. Se explica por el hecho de que la regularidad no siempre se observa en el juego-rey. Nuestras nociones habituales y reglas son, a menudo, violadas. Tomemos, por ejemplo, el famoso estudio de peones de Reti:
En este final, como es sabido, las blancas se salvan gracias al periplo del rey por las casillas negras, h8-g7-f6-e5, en aparente contradicción con el proverbio «no pueden matarse dos pájaros de un tiro». La magia del estudio muestra la paradójica belleza del ajedrez, consistente en que la longitud de un lado es igual a su diagonal, algo que, por supuesto, no guarda parecido alguno con la vida real. Pero la realidad es también algo relativo y lo que parece obvio no necesariamente es lá única verdad. Recordemos que en la geometría euclidiana las líneas paralelas nunca llegan a cruzarse y que la diagonal de un cuadrado siempre es mayor que el lado del mismo cuadrado, pero en la geometría de Ri-man-Lobachevsky las paralelas pueden encontrarse y la diagonal puede ser igual que el lado de su cuadrado. De modo que nuestra visión del espacio se amplía con cada nuevo descubrimiento.
En ajedrez la percepción del tiempo es tan usual como la visión del espacio. Por ejemplo, el método de amplio alcance, con su truco triangular ilustra no sólo la posibilidad de detener el tiempo, sino también la posibilidad de retroceder en el tiempo. Pero la cuestión de cómo llevar la magia del ajedrez al gran público, para aumentar el interés general por nuestro juego, no es simplemente una cuestión académica. Es una cuestión de supervivencia para el ajedrez y al mismo tiempo constituye un problema de gran significación social. El rico contenido intrínseco del ajedrez, su enorme potencial intelectual podría emplearse en el desarrollo del ser humano y, antes que nada, esto significaría que todos los niños podrían beneficiarse de lo mucho que el rey de los juegos puede ofrecerles.
Los resultados del trabajo de investigación llevado a cabo por la cátedra de ajedrez, del Instituto Central de Educación Física y Deportes de Moscú prueba las enormes posibilidades del ajedrez como un medio de desarrollo humano, tanto para adultos como para niños. El trabajo con los niños, naturalmente, presenta especial interés. Por esta razón deseamos llamar su atención sobre el método de un temprano desarrollo intelectual puesto en práctica por L. Bereslavsky, director del centro de rehabilitación y desarrollo de la infancia, en Moscú. El centro ha acogido a niños a partir de tres años y los resultados han sido verdaderamente estimulantes. Los niños aprendieron diversos juegos del intelecto sobre la base de técnicas originales y el ajedrez resultó ser muy importante componente en el sistema de aprendizaje.
De acuerdo a L. Vigotsky (1), en muy temprana edad el intelecto es una función de la memoria, y lo que es más importante aún, la memoria no es una función aislada del cerebro, sino un elemento activo absolutamente indispensable de todo el proceso cognitivo. Los neurólogos mantienen que hasta los cinco años de edad (debido a que hacia esa edad las células nerviosas y sus conexiones crecen) nuevas conexiones se forman en el cerebro y éstas son responsables de la conducta y el sistema de habilidades. Holden Hiden (2), así como otros científicos, opina que «el cerebro para su pleno desarrollo, sobre todo a temprana edad, necesita no sólo nutrición, sino también estímulos de todo tipo». De modo que la enseñanza y la conducta adquiridas se basan en la reconstrucción del aparato genético y de las células nerviosas. En otras palabras, la conducta adquirida es el resultado de la enseñanza como un proceso de crear imágenes especiales, llamadas «esquemas mentales». La idea de utilizar el ajedrez para formar estos esquemas era sugestiva, pero no tan fácil de poner en práctica.
Hemos buscado métodos efectivos de enseñar ajedrez a los niños de tres años, en forma de grupos de la misma edad. Debíamos tomar en consideración las peculiaridades de la percepción de los niños, así como su pensamiento concreto y figurativo. En primer lugar, tuvimos muchos problemas. Los programas existentes y métodos contemplan la enseñanza de niños a partir de los seis años y medio hasta los siete años de edad. La enseñanza del ajedrez, con ayuda de cuentos, héroes, historietas populares y libros resultó no ser suficiente para los niños de tres años, o de tres años y medio. Los niños se divertían con las historias que sucedían en el tablero, pero la transición a la partida era difícil y dependía mas bien de la capacidad de desarrollo de cada niño en particular. El aprendizaje de las reglas y las formas de jugar al ajedrez, en grupos de ocho/diez niños normalmente requirió medio año. Demasiado, de hecho, y muchos niños perdían interés en el transcurso del tiempo. Por esta razón, tuvimos que pensar intensamente para lograr programas de ajedrez especialmente diseñados y medios para conseguir nuestros fi
Mientras trabajábamos en la metodología tuvimos que desarrollar algún entrenamiento electrónico adecuado, para las nuevas posibilidades de enseñar ajedrez y entretener, al mismo tiempo. Un modelo, diseñado por G. Robsky y L. Bereslavsky, resultó ser especialmente efectivo. Consistía en un tablero iluminado, con un cierto número de zonas. Tenía también memoria para preservar información acerca de lo que se obtenía. De modo que el resplandeciente tablero mantuvo el terreno de juego vivido, y gracias a un manejo muy sencillo de su mecanismo, los niños de tres años podían jugar por su propia cuenta durante dos horas al día, sin perder interés en el juego. El uso del mecanismo nos permitió rebajar el período de aprendizaje hasta 2-3 meses. Durante ese tiempo los niños no sólo desarrollaban interés en el juego, sino también en la solución de problemas de ajedrez. Esto resultó ser cierto incluso para los niños que al comienzo se mostraban indiferentes al ajedrez. El mecanismo del juego electrónico (EGT) permite al niño, además de solucionar los problemas planteados, crear por sí mismo nuevas situaciones para resolver. El diagrama electrónico y el panel frontal del EGT permite mostrar los caminos de movimiento de las piezas con luz, manteniéndola por cierto tiempo en tan talla. El niño que maneja la trayectoria por sí mismo puede controlar y corregir sus acciones. Habitualmente, después de algunas lecciones, los niños conseguían dominar las reglas de movimiento de las piezas y las leyes fundamentales del juego.
Elaboramos veinte juegos originales distintos, concebidos expresamente para estimular el desarrollo mental del niño, sobre la base de este mecanismo: tablero iluminado, distintos esquemas y diagramas de conducción.
La combinación de los juegos intelectuales EGT con clases de ajedrez resultó ser muy beneficiosa. El análisis de los resultados mostró que un temprano comienzo en la enseñanza del ajedrez, en colaboración con otros juegos EGT, ayuda a los niños medios a desarrollar cualidades que suelen ser características de los niños con talento, tales como atención, concentración, disposición para el esfuerzo intelectual, deseo de resolver más y más problemas difíciles, productividad de la memoria.
El centro se ocupa no sólo de los niños mentalmente sanos, sino también de los retrasados, así como de aquellos que sufren de parálisis cerebral. Los resultados de enseñar a estos niños con métodos especiales comenzaron a verse en el primer mes. Los niños perfeccionaron su memoria y gradualmente adquirieron destreza intelectual y capacidades que habitualmente no tenían y que difícilmente hubieran podido desarrollar en circunstancias diferentes. Es notable que en el 80 % de los casos estos niños desarrollaron luego interés por el ajedrez. De modo que la enseñanza del ajedrez a temprana edad nos hace decir que. aún siendo compleja parece ser realmente saludable, en combinación con otros juegos de ejercicio mental. Pero el ajedrez no es, de hecho, un objetivo, sino un medio de estimular y desarrollar el intelecto del niño.
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(1) Famoso psicólogo ruso.
(2) Eminente neurólogo sueco.
Pero el ajedrez sigue siendo un juego enormemente atractivo, aunque no para todo el mundo. De acuerdo a nuestros datos, sólo de un 3 a un 5 % de la gente desplega un interés permanente o duradero por el ajedrez, es decir, que si tomamos un grupo de 25 alumnos en una escuela, podría ser que ninguno de ellos se interesase de forma regular por el ajedrez. Y esto, creemos, explica de algún modo las dificultades para introducir el ajedrez como una materia de pleno derecho en el proceso de la enseñanza secundaria. Creemos que las tentativas de enseñar ajedrez, que se están llevando a cabo en diversos países desde el siglo XIX, no son efectivas porque la misma idea de usar el ajedrez en su forma clásica como un medio de comunicación de masas y de desarrollo intelectual, contradice la naturaleza misma del juego-rey. Debemos tener siempre presente que el ajedrez es específico, que requiere capacidades específicas y que no necesariamente debe contener interés para todos. Para la mayoría, el ajedrez resulta un poco aburrido, pero para el que entiende la belleza innata del ajedrez (que, por otra parte, no es obvia) el juego deja de ser un simple rito de mover piezas de madera en un tablero plano, para convertirse en un arco iris de ideas originales que, manipuladas de forma eficiente, se transforman en multitud de emociones e incluso pasiones. De modo que, qué puede hacerse para conseguir que la mayoría de la gente aprecie el enorme potencial del ajedrez en la modelación del carácter y la expansión mental… Qué puede hacerse para acercar el contenido específico del ajedrez a la vida en general. Acaso debamos admitir, en primer lugar, el carácter inusual del ajedrez y asumir que lo inusual no puede enseñarse de forma convencional. Si estamos de acuerdo en ello, podemos concentarnos, en primer lugar, sobre algunas peculiaridades del ajedrez, discutiendo a continuación algunas formas y medios esbozados por los autores para utilizar el ajedrez en el desarrollo de la mente infantil.

En este final, como es sabido, las blancas se salvan gracias al periplo del rey por las casillas negras, h8-g7-f6-e5, en aparente contradicción con el proverbio «no pueden matarse dos pájaros de un tiro». La magia del estudio muestra la paradójica belleza del ajedrez, consistente en que la longitud de un lado es igual a su diagonal, algo que, por supuesto, no guarda parecido alguno con la vida real. Pero la realidad es también algo relativo y lo que parece obvio no necesariamente es lá única verdad. Recordemos que en la geometría euclidiana las líneas paralelas nunca llegan a cruzarse y que la diagonal de un cuadrado siempre es mayor que el lado del mismo cuadrado, pero en la geometría de Ri-man-Lobachevsky las paralelas pueden encontrarse y la diagonal puede ser igual que el lado de su cuadrado. De modo que nuestra visión del espacio se amplía con cada nuevo descubrimiento.
En ajedrez la percepción del tiempo es tan usual como la visión del espacio. Por ejemplo, el método de amplio alcance, con su truco triangular ilustra no sólo la posibilidad de detener el tiempo, sino también la posibilidad de retroceder en el tiempo. Pero la cuestión de cómo llevar la magia del ajedrez al gran público, para aumentar el interés general por nuestro juego, no es simplemente una cuestión académica. Es una cuestión de supervivencia para el ajedrez y al mismo tiempo constituye un problema de gran significación social. El rico contenido intrínseco del ajedrez, su enorme potencial intelectual podría emplearse en el desarrollo del ser humano y, antes que nada, esto significaría que todos los niños podrían beneficiarse de lo mucho que el rey de los juegos puede ofrecerles.
Los resultados del trabajo de investigación llevado a cabo por la cátedra de ajedrez, del Instituto Central de Educación Física y Deportes de Moscú prueba las enormes posibilidades del ajedrez como un medio de desarrollo humano, tanto para adultos como para niños. El trabajo con los niños, naturalmente, presenta especial interés. Por esta razón deseamos llamar su atención sobre el método de un temprano desarrollo intelectual puesto en práctica por L. Bereslavsky, director del centro de rehabilitación y desarrollo de la infancia, en Moscú. El centro ha acogido a niños a partir de tres años y los resultados han sido verdaderamente estimulantes. Los niños aprendieron diversos juegos del intelecto sobre la base de técnicas originales y el ajedrez resultó ser muy importante componente en el sistema de aprendizaje.
De acuerdo a L. Vigotsky (1), en muy temprana edad el intelecto es una función de la memoria, y lo que es más importante aún, la memoria no es una función aislada del cerebro, sino un elemento activo absolutamente indispensable de todo el proceso cognitivo. Los neurólogos mantienen que hasta los cinco años de edad (debido a que hacia esa edad las células nerviosas y sus conexiones crecen) nuevas conexiones se forman en el cerebro y éstas son responsables de la conducta y el sistema de habilidades. Holden Hiden (2), así como otros científicos, opina que «el cerebro para su pleno desarrollo, sobre todo a temprana edad, necesita no sólo nutrición, sino también estímulos de todo tipo». De modo que la enseñanza y la conducta adquiridas se basan en la reconstrucción del aparato genético y de las células nerviosas. En otras palabras, la conducta adquirida es el resultado de la enseñanza como un proceso de crear imágenes especiales, llamadas «esquemas mentales». La idea de utilizar el ajedrez para formar estos esquemas era sugestiva, pero no tan fácil de poner en práctica.
Hemos buscado métodos efectivos de enseñar ajedrez a los niños de tres años, en forma de grupos de la misma edad. Debíamos tomar en consideración las peculiaridades de la percepción de los niños, así como su pensamiento concreto y figurativo. En primer lugar, tuvimos muchos problemas. Los programas existentes y métodos contemplan la enseñanza de niños a partir de los seis años y medio hasta los siete años de edad. La enseñanza del ajedrez, con ayuda de cuentos, héroes, historietas populares y libros resultó no ser suficiente para los niños de tres años, o de tres años y medio. Los niños se divertían con las historias que sucedían en el tablero, pero la transición a la partida era difícil y dependía mas bien de la capacidad de desarrollo de cada niño en particular. El aprendizaje de las reglas y las formas de jugar al ajedrez, en grupos de ocho/diez niños normalmente requirió medio año. Demasiado, de hecho, y muchos niños perdían interés en el transcurso del tiempo. Por esta razón, tuvimos que pensar intensamente para lograr programas de ajedrez especialmente diseñados y medios para conseguir nuestros fi
Mientras trabajábamos en la metodología tuvimos que desarrollar algún entrenamiento electrónico adecuado, para las nuevas posibilidades de enseñar ajedrez y entretener, al mismo tiempo. Un modelo, diseñado por G. Robsky y L. Bereslavsky, resultó ser especialmente efectivo. Consistía en un tablero iluminado, con un cierto número de zonas. Tenía también memoria para preservar información acerca de lo que se obtenía. De modo que el resplandeciente tablero mantuvo el terreno de juego vivido, y gracias a un manejo muy sencillo de su mecanismo, los niños de tres años podían jugar por su propia cuenta durante dos horas al día, sin perder interés en el juego. El uso del mecanismo nos permitió rebajar el período de aprendizaje hasta 2-3 meses. Durante ese tiempo los niños no sólo desarrollaban interés en el juego, sino también en la solución de problemas de ajedrez. Esto resultó ser cierto incluso para los niños que al comienzo se mostraban indiferentes al ajedrez. El mecanismo del juego electrónico (EGT) permite al niño, además de solucionar los problemas planteados, crear por sí mismo nuevas situaciones para resolver. El diagrama electrónico y el panel frontal del EGT permite mostrar los caminos de movimiento de las piezas con luz, manteniéndola por cierto tiempo en tan talla. El niño que maneja la trayectoria por sí mismo puede controlar y corregir sus acciones. Habitualmente, después de algunas lecciones, los niños conseguían dominar las reglas de movimiento de las piezas y las leyes fundamentales del juego.
Elaboramos veinte juegos originales distintos, concebidos expresamente para estimular el desarrollo mental del niño, sobre la base de este mecanismo: tablero iluminado, distintos esquemas y diagramas de conducción.
La combinación de los juegos intelectuales EGT con clases de ajedrez resultó ser muy beneficiosa. El análisis de los resultados mostró que un temprano comienzo en la enseñanza del ajedrez, en colaboración con otros juegos EGT, ayuda a los niños medios a desarrollar cualidades que suelen ser características de los niños con talento, tales como atención, concentración, disposición para el esfuerzo intelectual, deseo de resolver más y más problemas difíciles, productividad de la memoria.
El centro se ocupa no sólo de los niños mentalmente sanos, sino también de los retrasados, así como de aquellos que sufren de parálisis cerebral. Los resultados de enseñar a estos niños con métodos especiales comenzaron a verse en el primer mes. Los niños perfeccionaron su memoria y gradualmente adquirieron destreza intelectual y capacidades que habitualmente no tenían y que difícilmente hubieran podido desarrollar en circunstancias diferentes. Es notable que en el 80 % de los casos estos niños desarrollaron luego interés por el ajedrez. De modo que la enseñanza del ajedrez a temprana edad nos hace decir que. aún siendo compleja parece ser realmente saludable, en combinación con otros juegos de ejercicio mental. Pero el ajedrez no es, de hecho, un objetivo, sino un medio de estimular y desarrollar el intelecto del niño.
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(1) Famoso psicólogo ruso.
(2) Eminente neurólogo sueco.
Ребёнка надо обучать раньше
(Краткий перевод)
Результаты научно-исследовательской работы, осуществляются Департаментом по шахматам, Центральный институт физической культуры и спорта Москвы, проверяет огромные возможности шахмат как средство развития человека, как детей так и взрослых. Работа с детьми представляет особый интерес. По этой причине мы хотели бы обратить ваше внимание на Метод раннего интеллектуального развития Л.Береславского, директора центра реабилитации и развития детей в Москве. В центре обучаются дети в возрасте от трех лет, и результаты были по — настоящему вдохновляющими. Дети узнали различные интеллектуальные игры, основанные на оригинальных и шахматных методах, это оказалось очень важным компонентом в системе обучения.
По Л.Выготскому в раннем возрасте интеллект это функция памяти, и что более важно, память не является изолированной функцией мозга , но является необходимым элементом всех когнитивных процессов. Неврологи считают, что до 5 лет новые соединения образуются в головном мозге и они ответственны за поведение и навыки человека.
Использование механизма Электронного интеллектуального тренажера (ЭИТ) позволило сократить обучение правилам шахмат до 2-3 месяцев. В это время дети были не только заинтересованы в играх, но и в решении шахматных задач. Это оказалось верным даже для детей, которые сначала были равнодушны к шахматам. Механизм электронных игр позволяет ребенку решать задачи, а также создавать новые задачи. Электронная схема и передняя панель ЭИТ позволяет «двигаться огоньку» по заданной траектории. Ребёнок может сам контролировать и корректировать свои действия. Обычно после нескольких уроков детям удавалось освоить некоторые правила игры.
По Л.Выготскому в раннем возрасте интеллект это функция памяти, и что более важно, память не является изолированной функцией мозга , но является необходимым элементом всех когнитивных процессов. Неврологи считают, что до 5 лет новые соединения образуются в головном мозге и они ответственны за поведение и навыки человека.
Использование механизма Электронного интеллектуального тренажера (ЭИТ) позволило сократить обучение правилам шахмат до 2-3 месяцев. В это время дети были не только заинтересованы в играх, но и в решении шахматных задач. Это оказалось верным даже для детей, которые сначала были равнодушны к шахматам. Механизм электронных игр позволяет ребенку решать задачи, а также создавать новые задачи. Электронная схема и передняя панель ЭИТ позволяет «двигаться огоньку» по заданной траектории. Ребёнок может сам контролировать и корректировать свои действия. Обычно после нескольких уроков детям удавалось освоить некоторые правила игры.
Л.Я. Береславский, Б.А. Злотник
Журнал «Шахматы в мире» («AJEDREZ EN EL MUNDO»), апрель 1992 г.